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Neiva 21 de Abril de 2010
Por: Carlos Ernesto Gómez Sánchez
Asociación Cultural y Ambientalista del Sur - ACAS
El encuentro de experiencias y medios comunicativos ciudadanos y comunitarios del sur en su versión 2010 ha demostrado las bondades que resultan de permitir el intercambio de saberes y el abrir espacios de diálogo, discusión y consenso en torno al papel que debe jugar la comunicación en el desarrollo humano y sostenible del departamento y la región.
Hemos encontrado el certero camino de las preguntas: ¿Para qué una articulación de experiencias y medios comunicativos comunitarios y ciudadanos del sur? ¿Estamos dispuestos a dicha articulación? ¿Qué es realmente lo que nos une?, es decir ¿comprometernos en una articulación para hacer qué? Siendo esta articulación posible si los actores allí comprometidos renuncian en algunos aspectos y asumen las renuncias de los otros.
Ahora bien, ante la clara excepción de Nariño los demás departamentos no hemos iniciado las reflexiones mínimas para comenzar el camino de la construcción de políticas públicas. ¿Quiénes somos desde lo comunicativo? ¿Cómo somos? ¿Qué entiende cada uno de los actores allí reunidos por comunicación? La tarea es larga y no está fácil el tajo. Sin embargo avanzamos en el propósito de adoptar una postura conjunta frente a las necesidades comunicativas del departamento y la región sur. Falta aún reconocer las diferentes maneras de asumir “conceptos operativos” básicos pero indispensables en la construcción de nuestros destinos. Ya se inició el debate y en la práctica los espacios de coincidencia nos permitirán conocer y reconocer los argumentos de todos los actores involucrados.
La situación del Huila en tanto “la comunicación para la construcción de paz y región sostenible” aún esta cruda y apenas si se está despertando. La “comprensión de la integralidad de la comunicación, la cual reconoce la importancia de los medios, al igual que reconoce la existencia del conflicto armado, pero parte de una mirada propositiva del territorio, desde sus fortalezas y potencialidades, más allá de sus problemas y debilidades, y convencida que el ejercicio comunicativo debe superar la mirada instrumental que limita y fragmenta” está por darse.
Esta aparente confusión de identidad al abordar los temas del desarrollo humano y sostenible desde la comunicación y su cultura, es nuestro punto de partida. Caminar es finalmente una decisión que rompe la inocencia. Allí estamos, como los niños que quieren caminar, parándonos para dar un primer paso, el de las respuestas que implican decisiones. Ahora vemos con esperanza que algunos de los actores tenemos la voluntad política de discutir los tópicos que nos interesan. Sin embargo faltan actores, la institucionalidad departamental y regional y las organizaciones comunitarias, entre otros, todos ellos fundamentales para alcanzar una verdadera participación y así una mejor concertación del área en la construcción de unas políticas públicas que contribuyan al desarrollo humano y sostenible.
La academia entra de lleno al reto de la reflexión sobre su que hacer y el para qué de la comunicación para el departamento y la región, así lo demuestra la asistencia masiva de los jóvenes estudiantes de comunicación de la ciudad.
El Encuentro del 20 de Abril de este año dejó entre otras cosas:
- Que las experiencias comunicativas participantes comprenden la comunicación desde su cotidianidad y que esta (por supuesto), no está limitada a los medios masivos de comunicación. Los actos comunicativos fundamentales para una democracia están en la cotidianidad del individuo.
- Que es necesario realizar un acercamiento pedagógico con la institucionalidad que permita la discusión y construcción de rutas que desde la comunicación lo contextualicen en sus agendas. La comunicación es un asunto cultural y político dentro del desarrollo de las personas y no una simple herramienta para transmitir información.
- De igual forma es pertinente abrir y propiciar el diálogo entre los medios de comunicación no solo ciudadanos y comunitarios, sino también con los medios comerciales. La información es un bien público y un derecho establecido en la Constitución Política de Colombia. ¿Cómo lo estamos haciendo?
- Es necesario iniciar una labor rigurosa con el uso del lenguaje en tanto hay también distintas maneras de hablar, incluso de lenguas entre los habitantes de nuestros departamentos y esto también permite o no, la comunicación alternativa que necesitamos para que impulse el territorio.
- El ejercicio reflexivo y la sistematización del saber acumulado desde la academia juega un papel importante y renovador en la mirada al territorio.
- Los jóvenes son cada vez más atentos a la situación de las comunidades y agradecen que se les dé horizontes distintos en el ejercicio de la comunicación.
Como tareas concretas queda el devolver las memorias a los participantes que incluya el directorio completo, propiciar algunas reuniones entre los diversos actores implicados en la cultura de la comunicación para propiciar una agenda que permita responder a las reflexiones que nos hacemos. Hay un compromiso a dinamizar el Comité Impulsor involucrando otros actores interesados y comprometidos con el derecho a la comunicación, consolidando la idea de institucionalizar el evento.
La oportunidad del encuentro, que pudo terminar en desencuentro, pero que sabe y reconoce su inevitable reencuentro, hace de este ejercicio una invaluable ocasión para “hablar ‘mierda’ un ratico”, como decía el maestro Buenaventura, apuntando al concepto de tejido social. Ese intercambio de saberes hace posible pensar en la articulación de esfuerzos para un mejor vivir una vida digna, y, a la vez, generar el escenario ideal para integrar y disfrutar una región con ciudadanos responsables e incidentes
Esto está pasando en el sur de Colombia y el país lo debe conocer.
¡Construimos País desde la Región = ConPadRe = desde el territorio!
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